sábado, 28 de junio de 2014

El principito.

"Si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo. (...) Los hombres han olvidado esta verdad, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado"

                                                                                                Antoine de Saint-Exúpery (El Principito)

jueves, 12 de junio de 2014

Mujeres...

Me encantaria, muchísimas veces lo pienso. Quisiera ser una mujer. Tal vez solo un rato, un día, unas horas... No se. Lo suficiente para poder vivir, sentir, gozar, volar... De la forma que una mujer es capaz de hacerlo. Con los años he descubierto la capacidad de las mujeres para disfrutar del sexo  en mayúsculas, con una gran envidia por mi parte. Esa capacidad de volar, de sentir. Esos orgasmos astronómicos, la capacidad de correrse y llorar al mismo tiempo. Gritar de placer, gemir, ronronear. Porque así lo sienten. Porque están sintiendo algo mágico, algo que los hombres no nos podemos ni imaginar, un placer que a los hombres nos esta negado por nuestra condición de genero. por mucho que somos cada día mas los que intentamos aprender a disfrutar y gozar teniendo como espejo a las mujeres y su mágico cuerpo. Quiero ser cualquiera de vosotras, un ratito, unas horas. Lo suficiente para poder alcanzar esos orgasmos, mojar la cama, poner los ojos en blanco, sacudirme en un espasmo, gritar de placer y arrancar la piel de mi amante mientras me corro. Y justo al de un segundo estar preparada(o) para seguir disfrutando, viviendo, sintiendo, amando. Y seguir corriéndome. explotar, volar... Creo que sabéis de que hablo.

lunes, 2 de junio de 2014

Verano.

... Al segundo dia de acostarnos me llevo al baño y comenzó ha afeitarme el coño con una vieja maquina de cortar el pelo, seguidamente saco una cuchilla de afeitar que el mismo había traído  y siguió  concienzudamente  hasta dejarme el coño completamente rasurado. Yo estaba, entre sorprendida, alucinada y feliz. El gemía en medio de la faena. Tranquila, ya veras que hermosura, te voy a dejar la perla preciosa. Mas preciosa de lo que jamas has imaginado que tienes entre las piernas.
 Yo estaba encantada, a la vez que sorprendida.
Enseguida me acostumbre. Y tanto que me acostumbre, ya no concibo ni un solo pelo en mi sexo. Ni en el de mis compañeros de juegos. El también iba rasurado. A su lado todos los hombres normales me parecían trogloditas. Y es que amantes así nacen muy pocos. El muy cabrón! Donde no llegaba con lo que la naturaleza le había otorgado, lo hacia con infinitos juegos y aparatos de lo mas diverso. Me los presentaba con una diplomacia digna de una madre o su mejor amigo. Y me susurraba, ya veras como te va a gustar, o con esto vas a ver a Dios... Y joder si lo veía y tanto que lo veía. A el y a los doce apóstoles en 3D. Era bárbaro. En nuestros días gloriosos, bien parecíamos dos estrellas del porno. Dos Pornostars...