Gateta.

El semen caía sobre el suelo y un reguero se deslizaba por mi polla.

Ella no dejaba de mirarme a los ojos, sin tocarme.

De pronto comenzó a limpiar mi polla con su lengua, con avidez, con ganas, disfrutando.

Cuando me tuvo bien limpio se agacho y lamió todo el semen que había derramado en el suelo, parecía una gata sedienta de leche. Era increíble verla. Al terminar se levanto, me miró. Por sus labios todavía caían gotas de mi semen. Un pedazo de mi ya era suyo.  

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Nunca, jamas!

Nunca, jamas. Nadie la había atado, nadie había jugado con ella a estos juegos, con nadie había compartido sus mas íntimos deseos, sus anhelos, sus mas húmedos sueños. Hasta que llego ese día que su pareja la invito a volar de su mano. La primera cara fue de sorpresa, no porque no supiera que eso era el, esa era parte de su sexualidad, de su forma de vivir las relaciones de cama. Tal vez pensó que no se lo pediría jamas, que con ella seria diferente...
Pero no, no fue diferente, es mas, por eso mismo decidido hacerla participe de sus juegos, por que ella era especial para el. Estaba preciosamente "vestida" es decir. Llevaba un precioso liguero, unas bonitas medias y unos tacones de infarto. Arriba, solo una ligera y sedosa blusa semitransparente de infarto. A la sombra de las velas y acompañados por unas copas de buen vino, el saco unas muñequeras que coloco alrededor de sus muñecas y sin casi moverse unió entre si y a la vez engancho en la argolla que colgaba del techo. Ya estaba a su merced. Comenzó besando, acariciando y diciendo lo preciosa que estaba, para poco a poco empezar lo que para ella seria su primera sesión. Comía  y besaba sus pezones mientras con sus manos jugaba con su culo alternado caricias y pequeños pero contundentes azotes. Sin casi moverse del sitio ya estaba colocándola unas pinzas en los pezones y sorprendentemente ella las acepto sin mediar ni una mueca de desaprobación. De espaldas a el y con las tetas majestuosamente coronadas con las pinzas de madera que tanto le gustaba usar a el, comenzó a azotar suave y firmemente su culo con la mano, alternaba azotes con caricias a su culo y excepcionalmente a su coño que por cierto estaba completamente mojado, y digo excepcionalmente porque siendo su primera vez pensé que el vértigo la impediría excitarse como ya lo estaba. Cuando pensé que estaba suficientemente preparada cogí de la mesa el flogger mas largo, quizás debí empezar por otro pero me pareció el correcto. Comencé suavemente a azotarla mientras no perdía ojo de sus gestos y su cara, y sorprendentemente no vi ningún motivo para para parar. Seguí con los azotes, cada vez mas intensos, mas continuos y mas fuertes. los interrumpía cada poco para ver como estaba y continuaba aumentando el grado de firmeza. Mordida su cuello cada vez que paraba y ella se estremecía con ello. Continue un buen rato, era todo un placer verla disfrutar tanto. 
Seguidamente abri sus piernas y las ate a un separador, quería tener su coño bien abierto para poder hacerla disfrutar del "hitachi" y a eso me dispuse, lo enchufe, rocie con lubricante y lo fui acercando suavemente a su coño, esta frente a ella y podía ver perfectamente su cara como iba cambiando a medida que el "micro" iba conociéndola, creerme que la imagen era algo que hacia que me estremeciera.  Los brazos atados al techo, las piernas abiertas y esas  maravillosas piernas engalanadas por unas medias... Uff. Los recuerdos hacen que aún me estremezca. Conseguí que se corriera así, atada. Un pequeño charco delataba lo que había pasado. Yo aún no me había quitado la ropa, sudaba y estaba muy excitado. Era el momento de soltarla, por hoy y por su primera vez creo que ya había vivido bastante sensaciones nuevas. La abrace y bese con suavidad, se la veía agotada un poco aturdida, la lleve al sofá y la eche una copa de vino. Recostó su cabeza sobre mi hombro mientras yo con mi brazo la abrazaba hacia mi. Se le cerraban los ojos. Nos fuimos a la cama. Ella contenta, yo feliz. 

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Repaso

Por diferentes circunstancias, estaba repasando todas esas personas que pasaron por mi vida sentimental.
Y entre añoranzas, recuerdos y otros sentimientos me hacia esta reflexión:
  Unas, las que acabaron sin mas. En las que ninguna de la dos partes dijo nada a la otra, ni tan siquiera adiós. Decir que tal vez ninguna de la dos partes era lo que quería,  buscaba o complementaba.  Como empezó acabo, sin ganas.
  De las que me fui. Si, esas de las que huí torpemente, de mala manera, de la misma mala manera como las vivi, estúpidamente.
Tarde tanto en aprender a amar, querer, valorar, dar...
De esas solo me queda pedir disculpas, por no saberlo hacer, por no saber corresponder a todo lo que me ofrecieron, por escupir en la mano que me mecía. Reiterar mis mas sinceras disculpas. Guardo un profundo respeto hacia ellas. Siento no haber estado a la altura.
  En las que me abandonaron pienso que no supieron ver, tal vez no descubrierón lo que hay tras esa tímida persona a la que tanto le costaba decir lo que sentía, lo que quería, lo que no quería o, lo que solo sabia expresar haciendo el amor. Que es una increíble forma de expresarse, pero quizás a veces no lo suficiente para tu compañerx de juegos. En cualquier caso por una u otra circunstancia he llegado hasta aquí, soy lo que hoy en día soy, he aprendido tanto y soy tan libre, que todo, absolutamente todo ha merecido la pena vivirlo.
Gracias a todxs!!!

QBB