sábado, 23 de agosto de 2014

Cartas.

...Le escribió una carta que decía. Nunca había tenido un relación así. Nunca una relación en la cual tendría tan claro que la mujer con la que estaba, era la mujer con la que querría vivir toda la vida, y mas allá. Con la que no tendría ningún secreto, ningún miedo, total honestidad. Orgullo de considerar a esa mujer, su mujer y el sentirse su hombre. Con la cual vivir seria un regalo, un placer, una píldora vitaminada. Con la que hacer el amor en todas sus variables sexuales existentes y las que no existían hasta entonces, era mágico, especial y revolucionario. Desde el primer día hasta el ultimo. 
Hasta encontrarla a ella, sus relaciones eran una especie de quiero y no puedo. Siempre con mil cosas por aquí y por allí. Nunca había sentido de esa manera. 
Casi al mismo tiempo que firmaba esa carta para ella. Ella volaba del nido, marchaba. Sin decir adiós, sin despedirse, corriendo...
Así y todo, la echo. No puso remite, no puso destinatario. Desde entonces esa carta esta vagando de buzón en buzón. De corazón en corazón. Es posible que algún día la encuentres en tu buzón. Podría ser para ti.   

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