Perdona si no vuelvo a casa esta noche.
Tal vez no me atrevi a decirte adios, a no abrazarte antes de
marchar, a no decirte gracias por todo lo vivido, a recoger contigo
mis cosas. Quizás no sepa despedirme, nadie me ha enseñado
a enfrentarme a tus ojos cuando están vidriosos. A tu rostro lleno
de miedo, de terror. Nadie me ha enseñado a despedirme. A decir
hasta pronto. Nadie me enseño como es eso.
Pero, tampoco a recibirte, a abrazarte, a besarte, a mirarte... Y sin
embargo lo aprendi tan bien.
QBB
No hay comentarios:
Publicar un comentario