lunes, 12 de enero de 2015

Pura vida!

Esa noche éramos tres jugando. Esta vez eran dos mujeres y yo. Dos grandes mujeres y un afortunado hombre.
Después de unos vinos, unas picaras conversaciones y muchas risas subimos a casa.
Prepare unos Gin Tonics y no tardamos nada en empezar a jugar.  al de un buen rato de jugar con estas dos grandes mujeres en un momento sentí que no podía mas, que iba a reventar, estaba a punto de correrme. 
Ante las pocas ganas de hacerlo, quería seguir mucho mas tiempo, me aparte y me senté en el sofá, ellas ajenas a mi marcha seguían en el suelo sobre unas mantas que habíamos echado previamente encima de la mullida alfombra. Y si, seguían jugando enloquecidamente, como dos ninfas en el paraíso. 
Mientras, yo me reponía absorbiendo pequeños tragos de la copa
observaba el majestuoso espectáculo que ellas dos me brindaban totalmente ajenas a mi. 
Sus gemidos, sus manos sus cuerpos, todo ello delante de mis ojos al alcance de mis manos, que sensualidad, que maravilla de mujeres haciendo el amor, besándose, disfrutandose, totalmente compenetradas. Yo no me quise mover, las deje hacer. Disfrutaba tanto con su placer que ya me venia bien. 
Me di cuenta de como puedo disfrutar del placer ajeno cuando es compartido. 
Mas tarde me uni a ellas, me hicieron un hueco entre las dos, primero dejándolas seguir mientras las acariciaba, para mas tarde interactuar y acabar corriéndome con ellas. Pero con lo que me quedo de aquella mágica noche fue con el espectáculo que me brindaron. Pura magia, pura vida.  
QBB

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