Yo la esperaba en la salita. Dos exquisitos gin tonics nos esperaban.
Oi un ruido en el pasillo y de pronto apareció ella. Preciosa, majestuosa, sonriente, plena.
Estaba guapísima. Sabe como hacerme volar...
Una faldita imposible, una camisa que dejaba ver sus magníficos pechos, medias... Y si, unos zapatos preciosos con un tacón infinito.
Mi cabeza ya empezaba a centrifugar ideas, deseos, juegos...
No hay nada que mueva mas mis pilares interiores, que encienda todos mis circuitos internos, que saque el animal que soy.
Ella lo sabe, yo lo se, lo vivimos. Que maravilla estar vivo para disfrutarlo. Gracias.
QBB
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