sábado, 6 de agosto de 2016

Spank


Y mire por donde que nunca había caído en ello. Tantos juegos, tantos años y había pasado totalmente desapercibido en el sentido estricto de la palabra, Spank!
 En eso que llega ella y me dice, me encanta que me siente en sus rodillas y me azote con su mano.
A mi la idea no me desgradaba nada pero no había descubierto los placeres del spanker.
Así poco a poco le fui cogiendo el gusto a tener una spankee en mis rodillas, adoraba azotarla con mi mano, ver como sus nalgas cambiaban de color a la par que su coño se mojaba de una manera brutal. Había momentos que mi mano no podía mas y en ello que apareció una pala, algo que en un primer momento tampoco entraba en mi imaginario, pero uno es curioso y claro, como no probarla.
Estrene esa pala de la mejor manera posible, sobre sus nalgas, con ella podía aguantar mas tiempo azotándola las nalgas, cosa que ellas, ella y mi mano agradecimos muy gratamente. Las sesiones de spank se convirtieron en un santo y seña de nuestros encuentros, que no por ello dejamos el resto de juegos. Empece a adorar el spank y ya mi mano camina sola en cuanto ve una agradecida nalga, es algo tan gratificante, excitante y morboso. 
Contemplar como va cambiando de color, como su coño vuela al calor de los azotes y como yo felizmente  lo contemplo desde mi privilegiada atalaya.
Gracias srta. por acercarme al spank. 

QBB

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