Ducha compartida

Nos fuimos a duchar juntos. Era eso, nada mas, una ducha acompañado.
Lo que empezó con un, yo te froto tu me enjabonas... Fue convirtiéndose en algo mucho mas cálido, sensual y placentero.
Pronto me puse de rodillas bajo ella y comencé a lamer, besar, saborear y jugar con su coño mojado en todos los sentidos. 
Se asia con fuerza a los grifos, mientras su cuerpo se retorcía de placer y el mío de jubilo. 
Cuando de repente, un hilito de pis comenzó a brotar de su maravilloso coño. Note como contraía su pubis en un intento de frenar esa fuente. Me miro, y en vista de mi cara de aprobación y una mueca de, no pares por favor, su mente y su coño se abrieron
como un exclusa. Su pis comenzó a brotar sobre mi cara, mi cuerpo, mientras yo no paraba de lamer, besar y saborear su coño ahora convertido en fuente dorada. No se cuanto duro, pero se me hizo eterno y adorable. Sentir el calor de su pis, de sus flujos, de su alma sobre mi, fue una sensación que nunca olvidare y de la que mientras escribo esto y rememoro el momento todo mi cuerpo se estremece, mi boca saliva y mi cabeza comienza de nuevo a volar.

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