martes, 30 de mayo de 2017

El camino...


Uff!!!
   Nadie sabia jugar con mi cuerpo como ella.
        Nadie jugaba así con mis pezones.
              Nadie sabia sacar el placer de mi alma como ella.
Después de jugar con ella y proporcionarla todos los placeres inimaginables, soltaba el mosquetón de su correa y se volvía hacia mi.
Empezaba a jugar conmigo. Cuando ya me tenia encendido y completamente rendido a sus placeres,  fruto de su boca en mi polla
y una agilidad sobrenatural para con sus manos jugar hábilmente con mis pezones.
Sacaba su as de la manga y metía alguno de sus dedos en mi agradecido culito. Así conseguía de mi alguno de mis mas salvajes orgasmos que conseguían de todo mi cuerpo unos espasmos epilépticos  que me elevan al mas puro Satori.
QBB

No hay comentarios:

Publicar un comentario