domingo, 30 de julio de 2017

Marcas.



Saliendo de la ducha, al mirarme al espejo, todavía puedo adivinar algunas marcas en mi cuerpo.
Marcas de tus orgasmos, de tus alaridos de placer que iban siempre acompañados con una descomunal necesidad de asirte a mi por cualquier sitio.
Lo hacías clavando tus dedos, rasgando mi piel con tus uñas y aullando con la energía de un animal salvaje, para seguidamente hacerlo como un animal herido y acabar abrazándome como un animal indefenso buscando un cuerpo protector, cálido, amigo.
Así es ella, un animal salvaje, una bestia.
QBB






No hay comentarios:

Publicar un comentario