Como decía un viejo tango de Homero Expósito: "El invierno me echó desde la ausencia la soga del recuerdo".
Y será este frío, este invierno, la proximidad de estas fechas... Que parece que la soga se acerca de nuevo, y no precisamente para jugar, ni para que te ate de nuevo, sino para presentarse a mi cuello.
Así que seguimos apartados, sin jugar, sin volar, sin ganas. O con muchas ganas, pero esperando a alguien capaz de remover los cimientos, de darle una buena hostia a este frío, a este invierno a estas fechas...
De dejar el tango y empezar a hablar de nuevos juegos, nuevas experiencias, nuevos vuelos.
Mientras tanto, me meto bajo las mantas.
QBB
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