lunes, 22 de octubre de 2018

Amanece en casa


Y me levanto y aquí estas, tomando el te, mirando hacia el cielo azul, infinito.
Como si siempre hubieras estado en esta casa, como si jamas te hubiera echado de menos, como a quien no espere tanto tiempo.
Esa belleza que lo llena todo, esa lentitud en ver pasar la vida, la misma que tomo yo en verte vivir a ti.
Y mientras ves la vida pasar con esa taza de te en la mano la gravedad desnuda tu pecho y el sol sube dos tonos su brillo.
Pareces la mas bella modelo de Amedeo Modigliani.
Y yo no quiero que se acabe el te y tu me ves en el reflejo del cristal.
No te mueves por que sabes que me gusta observarte en silencio, mirarte y soñarte, sin molestarte, perdida en tus pensamientos, en tus  alegrías o quizás en tus tormentas, o tal vez en nosotros.
Como cuando te ataba y permanecías inmóvil, a dos pasos del suelo, feliz, en paz.
Se acaba el te, y tu te llenas de luz. Comienza el día, otro día mas y mañana volverás a estar en la misma ventana, con la misma taza de te.
Y yo seré el hombre que te mira reflejada en el cristal cada día, mientras  observas semidesnuda el nuevo día, como si siempre hubieras estado en casa, como si jamas te hubiera echado de menos, como a quien no espere tanto tiempo.


QBB

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