martes, 14 de octubre de 2014

Esos diminutos poros_

Piel contra piel. Algo tan sencillo, aparentemente. Pero lo hecho tanto de menos, hace ya tanto tiempo que no siento esa piel, que no toco ese terciopelo, que no acaricio esas sedosas curvas. Algo tan sencillo como dormir pegado a ella, como sentir el calor, olerla y también lamer cada uno de sus poros. Que tendrán cada uno de ellos, que capacidad tienen esos diminutos agujeros para transmitir tanto, para ser capaces de estremecer tanto a una persona. Como se puede echar tanto de menos a cada uno de ellos. Parece que fue ayer cuando eran míos, cuando me acariciaban, los lamia, los olía, los sentía. Ahora ya solo viven en mi retina, en mis recuerdos. Tu piel, uno se acostumbra rápido a ella.  Yo solo soy un pequeño hombre al cual el calor de la piel le relaja, le calma, le sosiega le da la vida, y se la quita cuando le falta. Ves, hablando, hablando ya la echo de menos de nuevo.
QBB

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