miércoles, 6 de septiembre de 2017

La mujer que yo quiero.


La mujer que yo quiero, no necesita deshojar cada noche una margarita.

La mujer que yo quiero, es fruta jugosa prendida en mi alma como si cualquier cosa.

La mujer que yo quiero, me ató a su yunta, para sembrar la tierra de punta a punta de un amor que nos habla con voz de sabio y tiene de mujer la piel y los labios.

La mujer que yo quiero, me ató a su yunta: pero, por favor, no se lo digas nunca. 

Pero por favor, no se lo digas nunca...

Joan Manuel Serrat. La mujer que yo quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario